sábado, 13 de abril de 2013


ANTONIO MACHADO 




Antonio Machado (Sevilla, 1875- Colliure, 1939) fue un famoso poeta español. Perteneciente a una familia liberal, se trasladó en 1883 a Madrid al obtener el abuelo paterno una cátedra en la Universidad central. Junto a su hermano Manuel, estudió en la Institución Libre de Enseñanza.
En 1900 obtuvo el grado de bachiller. Hasta entonces, había intentado abrirse camino como actor en la compañía de Fernando Díaz de Mendoza, ya había escrito algunos artículos en el periódico La caricatura y había viajado a París (1899), donde trabajó en la editorial Garnier y conoció a Jean Moréas, Oscar Wilde, Pío Baroja y, en un segundo viaje (1902), a Gómez Carrillo, que le proporcionó un empleo en el consulado francés de Guatemala.
En 1901 publicó sus primeros poemas en la revista Electra. En 1902 conoció a Juan Ramón Jiménez, y a finales de ese mismo año apareció su libro Soledades, con fecha de 1903; la obra se reeditó en 1907 con el título de Soledades, Galerías y otros poemas, al tiempo que el autor obtenía la cátedra de francés en el Instituto de Soria. Dos años más tarde contrajo matrimonio con Leonor Izquierdo.
En 1910, la Junta de Ampliación de Estudios le concedió una beca de un año para estudiar en París, donde siguió las clases de Bergson y de Bédier. Leonor enfermó gravemente y, en 1911, regresaron a Soria; poco después de la muerte de su esposa apareció publicado Campos de Castilla (1912).
 Machado pasó al Instituto de Baeza; su obra adquiriría un tono cívico de preocupación nacional y abundaría en descripciones paisajísticas. La Residencia de Estudiantes le editó en 1917 las Poesías completas, donde se incluían composiciones inéditas. En este mismo año obtuvo el título de licenciado en Filosofía y Letras, y Saturnino Calleja le publicó sus Páginas escogidas.
 En 1919 apareció una segunda edición de Soledades, Galerías y otros poemas y consiguió un traslado a Segovia, en cuyo Instituto profesó hasta 1931. Durante esta época fue nombrado miembro de la Real Academia Española (1927), viajó frecuentemente a Madrid y publicó en El Sol, Índice y Revista de Occidente, donde aparecieron los primeros poemas del cancionero apócrifo de su heterónimo «Ábel Martín». Es probable que conociese entonces a Guiomar, nombrada una y otra vez en la última parte de su obra. Junto a su hermano Manuel presentó varias comedias teatrales, entre las que cabe mencionar Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel (1926).
En 1934 aparecieron los primeros trabajos de otro de sus heterónimos, «Juan de Mairena», en el Diario de Madrid; por otra parte, residía ya en la capital española y profesaba en el Instituto Calderón de la Barca. Sus últimos textos serían Nuevas canciones (1924), De un cancionero apócrifo (1924-1936) y la recopilación de prosas Juan de Mairena (1936). Al estallar la guerra radicalizó sus posiciones en favor de la República.
En 1939 se exilió en Francia, donde fue ingresado en un campo de refugiados, gracias a la gestión de Jean Cassou y de otros intelectuales franceses. Murió poco después que su madre, junto a quien permanece enterrado en el cementerio de Colliure.

(LAS MOSCAS)
Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,
—que todo es volar— sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales ...
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,
de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas;
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.



1 comentario:

  1. Un positivo por el trabajo Ana. También he visto el resumen del punto 1 de Cono. Un saludo. Bye...

    ResponderEliminar